martes, 3 de julio de 2018

EL AUTÉNTICO ESPÍRITU DEL ROCK SIGUE VIVO



Oxido presentó después de 35 años su álbum debut junto a Espíritu de Hierro, Volcano, PAX, que nos regalaron una gran y energética noche en el Calabozo 

 Por Franco Boggiano de las Casas (Texto y fotos) 

Deuda saldada. Oxido pagó su pasivo con su historia, con la historia del metal peruano, al presentar el último fin de semana su álbum debut luego de 36 años. El Calabozo fue testigo de una reunión casi familiar-amical, donde seguidores de la banda desde 1983, metaleros ochenteros, algunos noventeros, y unos cuantos representantes de las nuevas generaciones, se juntaron para disfrutar de una noche de buen rock pesado y sus variantes, y quedó demostrado que el auténtico espíritu del rock sigue vivo y en diferentes generaciones. 


Abrió el cartel Espíritu de Hierro del 'Gordo' Cobos, quien le puso a su banda el nombre de una de las canciones de Oxido en sentido homenaje a esta. Vale recordar que Cobos fue quien hizo debutar a Oxido sobre una tarima en el ya lejano 1984. Fue grata mi sorpresa que la banda estuviera sobria -por lo menos sobre la tarima- y que tengan una nueva vocalista. Una buena voz sin duda marca la diferencia: o te levanta la banda o te la tira al piso. Karen Cry demostró tener buena entonación, potencia y actitud sobre un escenario, mejorando notablemente la propuesta de Espíritu de Hierro, ya que la voz era el talón de Aquiles de la banda del Callao en el pasado. El quinteto porteño sonó más cuadrado y con mejor sonido. Ojalá que pronto puedan plasmar este buen momento en un disco. 


Luego se dio una gran erupción de rock and roll en el Calabozo. Volcano ratificó una vez más que es una gran banda y que destila una propuesta pro, llena de energía y sentimiento. Su rock -pesado, psicodélico, blusero- no solo te hace mover la cabeza sino es una intensa dosis que te sacude todo el cuerpo. Si bien sus influencias son añejas (60, 70s) suenan frescos, como para cautivar tanto a la nueva como a viejas generaciones. Robert Plant parece encarnado en el pequeño gran vocalista que es Alonso Pérez. Uno no imagina al verlo que en ese pequeño y aparente frágil ser se esconde una potente y aguda voz que se transforma cuando sube a un escenario y desata toda esa energía que lleva dentro. Por si fuera poco, Volcano cuenta también con un excelente joven guitarrista - Herbert Lopez- que toca con una desfachatez y desenfreno como si fuera un viejo experimentado de las seis cuerdas. Incluso, en uno de los temas se bajó del escenario a tocar junto a público. Ojo que no desmerezco el trabajo del bajista y el baterista que complementan en buena forma el poderoso cuarteto. Volcano tiene pasión, actitud, desenfreno, calidad. Ojalá que encuentre pronto escenarios más grandes y retadores y que su mágica lava la lleven a latitudes lejanas. Se lo merecen. Tocaron temas de su segunda producción Resurrección lanzada por Sonidos Latentes como Igualdad y de la primera como Religión, entre los que pude reconocer. 


Llegó el turno a Pax, la banda del experimentado guitarrista Pico Ego Aguirre. Sin duda fue una buena elección porque si Oxido puso la primera piedra para formar la escena metal en Lima en los 80s, Pax fue la banda pionera del rock pesado en el Perú junto a Tarkus. Hoy como trio, Pax demostró que la calidad no se pierde a través de los años. Junto con Jorge Mora (bajo/voz), Pico hizo un repaso de sus temas tanto de los 70s como de los 80s y alguno actual. Sin duda el público coreó con mayor entusiasmo Exterminio, Radar de Amor, Storyless Junkie y Vampiros en la noche. Y por fin llegó el momento esperado: Oxido. El cuarteto desplegó casi de corrido los 8 temas de su disco debut. Luego de una sentidas palabras del organizador del concierto y productor del álbum -Giovani Hoyos Corrales- desfilaron: Ángel de la Muerte, Siempre hay sangre en las cadenas, Oxido, Jinete del Tiempo, El Sol, Atila, Espíritu de Hierro, Sacrificio en el Templo. Y al final, como para despedirse cantando con la gente, repitieron Siempre hay sangre en las cadenas. 


Se notó a Javier Mosquera más expresivo, relajado y contento que de costumbre, inclusive se animó a moverse sobre el escenario (algo inusual en él), como si se hubiera quitado un gran peso de encima por fin y qué mejor hacerlo que con la gente que lo estima y lo admira. Deuda saldada con el mismo, con la historia de la banda, con el metal peruano y con sus seguidores. Salud!!!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario