Tramontana, el 'Animal' Tuesta y el 'Loco' Cervantes en acción. |
Escrito por: Franco Boggiano de las Casas
Fotos: Paul Ramos
Hace 27 años, el sueño de Masacre quedó congelado en el
tiempo: el lanzamiento de su primera producción Sin Piedad en vinilo por una compañía discográfica.
Y ese sueño trunco, con el paso del tiempo, se convirtió en
una espina clavada en el alma. Si bien el Sin Piedad salió editado en casete en
Venezuela en 1991 y posteriormente en el mismo formato en Lima (1998), la
producción profesional que pretendía la banda y que merecía el disco ha tenido
que esperar 27 años.
Por eso, el viernes 18 de diciembre del 2015 el Hechicero
pudo por fin romper el maleficio y saldar la deuda que tenía con su propia
historia, con sus fanáticos más antiguos y fieles, es decir, con la historia del
metal peruano. Y esto último lo digo porque en la primera etapa de este
movimiento, donde el poder de convocatoria de las bandas fue importante y donde
se derrochaba calidad, el legado sonoro dejado para las nuevas generaciones es
muy pobre. Felizmente, esta deuda se está saldando poco a poco. Primero fue Almas
Inmortales, ahora Masacre y esperamos que pronto lo haga Oxido con su
esperadísimo y fundamental disco.
Éxtasis total en el CC Festiva. |
La Reunión
Casi 700 metaleros de las distintas generaciones colmaron
el CC Festiva con la ilusión de vivir y comprobar que el fuego seguía vivo en
el alma.
Por cuestiones laborales, llegué cuando Armagedon estaba sobre
la tarima. La banda liderada por ‘Lobo’ ha ganado contundencia y peso con los
ingresos de Willy Hermoza (ex Masacre) en la batería y Giancarlo Wurttel (ex
Orgus), en el bajo.
Justo desplegaban un tema nuevo, fuerte y moderno, donde la
base rítmica de la nueva dupla hacía gala de lo que apuntaba líneas arriba.
Continuaron con “Solo Soledad” que solo la había escuchado en
versión acústica. La eléctrica tiene harto doble bombo que la hace igual o más
buena.
Remataron su setlist con los clásicos de siempre: Volar
Alto, Armagedon ahora, Nacido en el Pecado y Déjame Soñar. Este último tema provocó que
Arístides Gonzales Vigil (ex Orgus), que estaba como público, se motivara a subir al
escenario y cantara algunas estrofas emocionado por la histórica jornada que se
vivía.
Masacre nos brindó una noche inolvidable. |
Después de algunos minutos, a las 12:40 para ser exactos,
subió al escenario Masacre. Con el telón de fondo del lobo aullando a la luna y
la gente gritando Masacre, el quinteto, que grabó entre 1987 y 1988 el Sin
Piedad, nos regaló una noche emotiva, tal vez con algunos fallos técnicos, pero
lo más importante fue la confirmación de que su música une generaciones, derriba
clases sociales y acorta distancias geográficas (había público de diversas
provincias en Festiva).
Tras el intro/instrumental de rigor, arrancaron con "La
Ciudad". La gente la coreó a todo pulmón. Se podía ver en las caras de Coqui,
Miguel, Martín, Pierpa y el ‘Loco’, 27 años después, la emoción de esos cinco
chiquillos que tocaron como invitados en la final del Concurso de Rock No Profesional en el Campo de Marte (1987) o
en la mítica presentación del Palacio Marsano (1988).
Se notaban en sus ojos vidriosos esos flashbacks brutales que los transportaban a los tiempos del Rockacho, del Rock en Rio Rímac II, del Metal I en Sáenz Peña o del
concierto en el estadio de Magdalena, gloriosas jornadas para los hermanos
Tuesta y Tramontana, ya que Cervantes y Pierpa ingresaron después a la banda.
El maestro Miguel Tuesta en primer plano. |
Siguió “Cuando el diablo Piso la tierra”, “Sueño y Terror” y
la bella ‘Gitana”. Coqui tomó el micro y dijo que le tienen mucho cariño al Sin
Piedad pero que con esta presentación se cierra una etapa, y ahora la banda -con
nuevo disco a lanzarse en marzo del próximo año (Versos del inframundo)- “no los
para nadie”.
Masacre siempre se ha caracterizado por dar presentaciones
impecables y demoledoras, pero esta vez no estuvieron tan finos, tal vez por el
exceso de emoción, y de trago, presumo. El sonidista tampoco estuvo preciso, sobre
todo en el sonido de la guitarra de Tramontana (un poco saturada y chillona), pero
nada importaba, porque para los seguidores (me incluyo) la magia era lo único trascendente y está más viva que
nunca en la banda.
Luego de la instrumental La Marcha de la Bandera / La Marcha
del Repaso, Coqui cambió de guitarra, mejorando el sonido.
La hermandad metálica estuvo presente sobre el final del show de Masacre. |
Siguió la feeling “Rosa y Espina” y el concierto llegó a su
punto más alto en el rush final. El “Hechiero” y “Entes del Mal” hicieron estallar
el pogo y sangrar las gargantas. Luego arremetieron con “Hasta el final”
que mantuvo la adrenalina a tope. Tras un solo de Pierpaolo, remataron con
su tema emblema: “Fuego en el alma” y, en una actitud de verdadera hermandad
metálica, los Masacre invitaron a todos los teloneros a compartir el escenario.
Se generó cierta confusión y caos, pero le dio el cierre final que merecía
el irrepetible concierto.
También debo resaltar la performance de Miguel Angel
Cervantes. El ‘Loco’ esta vez tuvo una presentación casi impecable. Se nota que
ensayó con dedicación y que cuidó su voz para la ocasión. Un fuerte aplauso
para una de las mejores voces del heavy metal nacional de todos los tiempos.
Finalmente, quiero agradecer a Masacre por haber confiado en
mí para escribir la historia de la banda que viene en el booklet del disco y
ser parte de este hito en la historia del metal peruano y de la banda. Hasta el
final!!!
Es lo que yo keria ver: El MASACRE del Sin Piedad, recordar el tiempo que los vi en el Marsano y no me defraudó.........Pierpa tocó como yo keria escucharlos!!!!
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