Por Franco Boggiano de las Casas
Han pasado más de 10 años para que pueda ver la luz el
segundo álbum de Arsenal titulado El Precio de la Libertad. Aunque hay que
precisar que el trabajo a fuego lento no es una característica exclusiva de
esta banda nacional de thrash metal sino una constante en la escena local y tan
solo basta recordar los casos de bandas emblemáticas como M.A.S.A.C.R.E o Mortem, por
citar algunos ejemplos.
Desde la salida de su obra prima Resistiendo, en el 2006,
Arsenal ha recorrido un largo camino ascendente, compartiendo escenario con
bandas de la talla de Ozzy, Megadeth, Sodom, Destruction, Ángeles del Infierno
y Rata Blanca, entre otras.
Y gracias a toda esa experiencia, la banda muestra hoy una
evolución y crecimiento por lo que ha valido la pena tan larga espera. Con 20
años a cuestas, Arsenal ha logrado desmarcarse con este nuevo disco en estudio
de su influencia primigenia y notoria –Metallica-, logrando amalgamar una
propuesta más técnica, elaborada siempre dentro del thrash metal aunque hay matices
heavys y roqueros.
Las voces, como siempre, son compartidas entre los
guitarristas Jaime La Rosa y Rafael Contreras, pero cada una con su propia
personalidad. Mientras Jaime te hace acordar por momentos a vocalistas del
metal argentino en temas como Redención y El Verdugo, Rafael en esta ocasión se
desmarca de las melodías y terminaciones a lo James Hetfield, aunque a veces
hay ciertas partes un tanto forzadas al oído.
La base rítmica está muy bien ensamblada y compacta con Julio
Jauregui en el bajo y Alejandro Rojas en la batería, mientras que el trabajo de
las guitarras es muy superior tanto en riffs como en armonías y punteos
comparado al de su primer trabajo.
Las letras son simples y directas y solo basta leer títulos
como Entre el Bien y el Mal, Fácil Viene, Fácil se va, La Rabia que traes o
Cuestión de Honor para saber de qué va la banda.
Los puntos más altos del disco Entre el Bien y el Mal, donde
intercalan de forma interesante las voces de Jaime y Rafael, con una parte del
coro bien a lo Practice what you preach de Testament.
Otros temas destacables son las cañeras Redención, con coros
pegajosos, y donde el dúo -bajo y batería- son contundentes, y El Fin de Nuestra
Era, las cuales abren el CD.
En conclusión, se trata de un disco parejo, en el que se
nota la evolución de la banda y la producción supera largamente a la del debut.
Esperemos que pronto lo presenten en concierto como se merece.
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