Recién nos damos cuenta de lo frágil que es la vida cuando fallece un ser querido. La muerte de Ronnie James Dio me golpeó fuerte, más de lo que podía imaginar. Nunca antes había sentido tanta pena por la muerte de alguien que no fuera de mi familia o que no fuera mi amigo. Un calor intenso emergió de mi estómago y subió hacia mi pecho al leer la noticia mientras trabajaba el domingo 16 de mayo por la tarde. Unas lágrimas amagaron con salir de mis ojos pero finalmente me controlé. Era la víspera de mi cumpleaños 38 y muchas imágenes y melodías se me vinieron a la cabeza con la terrible noticia. La prodigiosa y enigmática voz de DIO me ha acompañado desde mi adolescencia y siempre me ha servido de alimento espiritual, para llenarme de energía cuando las cosas no van bien. Por eso, esa noche dominical y a la mañana siguiente lo recordé con su música, tanto como solista como con Black Sabbath y Heaven & Hell.
Para mí, para muchos, DIO es y será LA VOZ DE HEAVY METAL. Así con mayúsculas y sin medias tintas. Hizo suyo y de todos los metaleros del mundo el símbolo de los cuernitos enseñado por su abuela italiana cuando era niño para espantar a los malos espíritus.
Personaje de cuerpo pequeño pero gigante de espíritu y de voz. En una de sus últimas entrevistas en That Metal Show del 2009, mostró toda su grandeza y humildad para con sus fans. Contó que uno nunca debe dejarse llevar por su ego por más famoso que sea. La lección la aprendió de la arrogancia que mostraba con sus fans Ritchie Blackmore, virtuoso guitarrista, con el que integró Rainbow.
Su don de gente también estaba plasmado en sus letras, llenas de idealismo y misticismo, donde nunca podían faltar los arcoíris y los dragones. Su prosa siempre le dio la profundidad perfecta a todas las bandas que integró: ELF, Rainbow, Black Sabbath, DIO y Heaven & Hell.
Como leí en una de las miles de frases que han dejado sus fans por Internet, DIO no ha muerto, ahora es INMORTAL. Ronald James Padavona (1942-2010) que descanses en paz.
DIOs!!!!
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