MOTORHEAD RUGIÓ EN ATE

Fotos: Mario Zapata
http://maguzani.blogspot.com/

Fue una noche de alto octanaje. Motorhead rugió en la Explanada del Monumental ante 3,500 fanáticos destilando su sucio y callejero rock n’ roll. Liderados por el viejo Lemmy Kilmister, este power trío británico arrancó la velada a toda marcha con su clásico Iron Fist. La aguardentosa voz de Lemmy y su distorcionado bajo fueron el combustible inacabable para que esta máquina de rock, simple pero contundente, desatara la euforia en sus seguidores. Siguieron con Stay Clean, Get Back in Line, Metrópolis, Over the Top y One Night Stand.
Metieron el pie en el acelerador con Rock Out, que dio paso a un solo de guitarra de Philip Campbell, The Thousand Names of God, I Got Mine, I Know How to Die, The Chase Is Better Than the Catch, In The Name Of Tragedy –con un buen solo de batería de Mikkey Dee en el medio del tema–, Just 'Cos You Got the Power -con dedicatoria a los políticos-, Going to Brazil y Killed by Death.
En la velada no hubo espacio para el virtuosismo, todo fue actitud y frenesí. Uno de los méritos de esta banda británica es que ha sabido cautivar tanto a metaleros, punks como a rockeros, rompiendo las divisiones de antaño.
La noche no pudo acabar mejor con dos clásicos: Ace of Spades –desató el gran ‘pogo’ del concierto– y Overkill, que remecieron la Explanada del Monumental. El mundo fue nuestro, aunque sea por una noche.