lunes, 8 de febrero de 2010

20 años escribiendo páginas de metal









Aunque parezca mentira, la música me llevó al periodismo, a querer volcar todo mi mundo interior y exterior en una hoja de papel. Tenía 17 años y una pasión muy grande por el heavy metal. Sentía la necesidad de involucrarme más activamente en la escena local, así que decidí, en solitario, hacer mi primer fanzine.
El nombre, DEPREDADOR, no por dármela de “brutal” y “violento” como estaba de “moda” a fines de los 80s, sino por “querer depredar todo lo malo de la escena e impulsar lo bueno”.
En esa época no había Internet y la tarea era de una titánica paciencia, arduo trabajo y mucha suerte, ya que toda comunicación con las bandas foráneas era por correo aéreo y, muchas veces, la respuesta llegaba después de varios meses o no llegaba nunca. También jugaba en contra los rip offs. Esos tipejos que por tener material gratis, engañaban a las bandas foráneas, las cuales mandaban su material con mucha ilusión a un país tan “raro” y "exótico” como el Perú, pero nunca salían a la luz los reviews o entrevistas prometidas en los “fanzines fantasmas”.
Tampoco había programas de diseño, así que todo lo redactaba en una vieja máquina de escribir. Los logos los fotocopiaba o me ayudaba algún amigo a dibujarlos (gracias ‘Loco’ Isaac) para luego pegarlos. No había cámaras digitales, así que a revelar las fotos y pegarlas con goma con el mayor cuidado posible. Es decir, una diagramación y diseño de lo más rudimentario.
Pese a las limitaciones de dinero, tecnología y tiempo, había un gran espíritu y esfuerzo plasmados en los fanzines. Uno realmente se sentía orgulloso cuando finalmente veía impreso su sueño.
Desde un comienzo también entendí que por una cuestión de principios debía difundir y apoyar a las bandas nacionales. Si nosotros no lo hacíamos, ¿quién? En esa época compraba varios fanzines y la mayoría llenaba sus páginas con bandas extranjeras desconocidas e intrascendentes, mientras que a las nacionales le daban un espacio realmente ridículo o simplemente los ignoraban.
El primer fanzine que conocí fue Cuero Negro y por ende a ‘Pino’ Risica Carella y a Oscar Reátegui. Fueron justamente ellos quienes me ayudaron con la imprenta. Luego de sacar el número uno de Depredador (1990) y distribuirlo, Pino me propuso unirme a CUERO NEGRO. Sacamos el número 8 de CN con un mejor diseño e impresión y editamos el primer compilatorio de bandas peruanas de metal y la primera producción de Sentencia ‘Hierro’.
Fue Cuero Negro que me impulsó a estudiar periodismo para mejorar mi redacción. Tras casi 3 años, me retiré de la publicación. Luego de unos años de silencio, en 1997, decidí con Javier Mendoza Bravo –bajista de Agresión Extrema y mejor amigo– volver a la carga. Así, en 1998, RESISTENCIA vio la luz. Siempre dándole preferencia a las bandas nacionales y sudamericanas. Logramos publicar cuatro ediciones impresas pero por cuestiones financieras, de tiempo y porque Javier se fue a vivir a Chile, Resistencia pasó a ser webzine y hoy blog.
Definitivamente, no es lo mismo. Extraño la versión en papel y toda la dinámica que supone realizar una revista. Tras 20 años escribiendo de la música que más me apasiona, he decidido emprender una nueva tarea, escribir un libro sobre metal peruano. El reto ya está planteado, espero no demorar demasiado en concretarlo.

3 comentarios:

  1. Felicitaciones por tantos años en la brega, ojalá se concrete lo del libro, es algo que hace falta en la escena.

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  2. IGUALMENTE FELICITACIONES Y QUE SIGAN LAS FRASES "FUCK RIPP OFFS" "DEATH TO POSERS" "THRASH TILL DEAH" "BANG YOUR HEAD OR DIE" ... A.E. 2010

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  3. HOLA Q TAL ME PARECE PERFECTO LO DEL LIBRO.
    METAL POR SIEMPRE!!

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