lunes, 3 de mayo de 2010

MEGADETH: Sinfonía de la destrucción





Fotos cortesía de Mario Zapata
http://maguzani.blogspot.com/2010/05/megadeth.html

La más grande desilusión de esta avalancha de conciertos internacionales de los últimos años había sido el concierto de Megadeth del 2008. Un Dave Mustaine apático, un sonido sin potencia ni claridad y una banda poco cohesionada -muy lejos de demostrar porque es considerada una las cuatro grandes del thrash metal mundial- me hizo sentir que la espera de 21 años había sido en vano. Sencillamente el haber pagado una entrada para la zona más cara me supo a estafa y mascullé mi rabia por varios días.
Pero la vida, como el fútbol, te da revanchas. Por eso la noche del domingo 2 de mayo de 2010 no la olvidaré. Estuve a punto de no ir al concierto, ya que no tenía dinero, y mis dos únicas motivaciones, que eran oír todo el Rust in Peace en vivo y ver a un viejo guerrero del metal Dave Ellefson, no me motivaban demasiado debido a la decepcionante experiencia del 2008.
Pese al pesimismo, finalmente pude acreditarme y sin demasiado entusiasmo me dirigí a la Explanada Sur del Estadio Monumental. Tras haber leído que el sonido de los conciertos en Buenos Aires y en Santiago de Chile fue pésimo, me temí que sucediera lo del 2008, o algo peor.
Felizmente todo quedó en el olvido cuando a las 09:02 pm escuché como intro el tema Black Sabbath con un discurso grabado encima e iban ingresando al escenario el baterista Shawn Drover con su polo de la selección peruana, el guitarrista Chris Broderick, el bajista Dave Ellefson y finalmente Dave Mustaine. Arrancaron con dos temas del Endgame, Dialectic Chaos y This Day we fight. Desde el inicio me di cuenta que la vuelta de Ellefson fue lo mejor que le pudo pasar a Megadeth. La banda despedía otra energía, otra actitud, que cautivó a los 5 mil fans que estuvimos en la Explanada Sur del Monumental.
Sin dejar de lado su conflictiva y arisca personalidad, Mustaine mostró otra actitud y vitalidad. ‘In my darkest hour’ fue el preludio perfecto a la descarga letal de todo el ‘Rust in Peace’. Holy Wars, Hangar 18, Take No Prisioners y Five Magics hicieron cantar, poguear y saltar a todos. Poison was the cure, Lucretia, Tornado of souls, dawn patrol y Rust in Peace…polaris confirmaron que Ellefson es una pieza vital en la banda y que Mustaine no debe dejarlo ir nunca más.
Si bien Broderick no solea como Marty Friedman y Drover no le llega ni a los talones a Nick Menza, el Rust un Peace se disfrutó plenamente. El sonido estuvo mil veces mejor que en el 2008, aunque estuvo lejos de llegar al nivel de calidad que ofreció Metallica (ya sé, las comparaciones siempre son odiosas y más si es con Metallica).
No importó que a Mustaine se le fuera la voz en varios pasajes del concierto, la magia se mantuvo intacta hasta el final. Head Crusher, Right to go insane, A tout le monde y Symphony of Destruction -con el infaltable Megadeth, Megadeth, Perú es Megadeth- hicieron que las 5 mil gargantas se enrojecieran de tanto gritar.
Fue tal el buen humor de Mustaine –estuvo bastante comunicativo para lo que usualmente es– que nos regaló esa joyita introspectiva llamada Sweeting Bullets, para rematar al final con Trust –con cantada en castellano incluida– y Peace Sells… Prometió volver. Sí va repetir lo del 2010, que vuelva siempre.
Mención aparte merece la presentación de nuestros compatriotas de ARSENAL. La banda liderada por Rafael Contreras y Jaime La Rosa dio la talla, ofreciendo un show digno de aplauso. Con un sonido aceptable –faltó un poco más de volumen–, supieron conectarse con la gente y ganarse su apoyo.
Su show arrancó a las 7:45 pm cuando habían cerca de 2,500 personas. Lo Adverso, Redención, El camino a seguir, Rendidos, Símbolos del poder y No hay futuro –que se ha convertido en su hit- fueron descargadas en un poco más de 35 minutos con contundencia y precisión. El ingreso de Alejandro Rojas en la batería le ha dado el punche ideal a la banda, que si sigue así, se convertirá en uno de los referentes más importantes de nuestra escena.

3 comentarios:

  1. Coincido contigo Franco. Megadeth ofreció una actuación para el aplauso, y escuchar todo el Rust in peace completo fue un lujo. La actitud del caprichoso Munstaine cambió por completo y el resto del set list dio la talla. Y sobre Arsenal, se nota que han ensayadao bastante para su presentación,. Su baterista muy bueno y lo ñunico malo fue el sonido en la guitarra de Contreras, no se le escuchaba. Pero igual, estuvieron muy bien.

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  2. Hola Franco, también opino que el concierto del pasado domingo fue mil veces mejor al del 2008. Me divertí un montón. Te cuento que nunca había escuchado a Arsenal, pero su actuación fue para el aplauso. Esta semana es súper metalera: El lunes fui al concert de Gamma Ray en el Vocé (pese a la poca asistencia, Hansen y compañía dieron su 100%) y el viernes estaré presente en el recital de Rata Blanca. Up the Irons camarada!!

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  3. Ah! Me olvidaba. Chequea mi nota sobre Megadeth y los videojuegos http://blogs.aldeaw.com/masconsolas/2010/04/29/megadeth-y-los-videojuegos/ Ya me darás tu opinión especializada jajaja! Saludos nuevamente

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