jueves, 5 de mayo de 2011

Review de NECROPSYA con UDO en Chile






NECROPSYA teloneando a UDO en Chile
Miércoles 04 de Mayo – Club Rock & Guitarras
Tomado de RockAxis
http://www.rockaxis.cl/live_reviewxs_ver1.php?products_id=6965

Texto: Cristián Pavez
Fotos: Sebastián Jiménez


Resulta realmente lamentable que después de esperar durante décadas por la visita de uno de los cantantes más icónicos del heavy metal alemán y mundial, finalmente el debut en Chile de UDO y su banda se produjera en un lugar totalmente inapropiado y que no reúne las condiciones mínimas para poder realizar un show internacional de forma profesional. (Originalmente el show se iba a realizar en el Club 334, pero no tenía todos los permisos en regla y se tuvo que trasladar a este bar).
Un aire irrespirable por el exceso de humo y falta de ventilación, una puerta lateral (me imagino que de emergencia pues no tenía ninguna señalización), totalmente bloqueada por un cerro de sillas apiladas, los inadaptados de siempre arrojando latas de cerveza al escenario (una de ellas golpeó al guitarrista Igor Gianola justo cuando hacía su solo y el tipo realmente se enojó muchísimo, amenazando con terminar el show), y la guinda de la torta la puso un “iluminado” del público, que no encontró nada mejor que usar un encendedor junto a una lata de aerosol creando un efecto “lanzallamas” dentro de un local totalmente abarrotado de gente. ¿Acaso quería provocar nuestra propia tragedia a lo Cromañón de Argentina? Justo esta semana la justicia trasandina sentenció a la banda Callejeros y a los dueños del local a 5 años de cárcel por la muerte de esas casi 200 personas en el incendio del 2004. ¿O se olvidan del show de Great White en USA donde murieron 100 personas incluído uno de los guitarristas de la banda que pereció calcinado en el 2003, en un lugar muy similar a este? Hay que aprender de los errores ajenos y no esperar a que ocurra una tragedia para entender que todas estas situaciones ponen en serio riesgo la integridad física del público y de los artistas. No se trata de ponerse mojigato o hacer una tormenta en un vaso de agua, simplemente es un llamado a realizar los eventos con la total y absoluta responsabilidad que éstos ameritan, nada más.
Pasando a la música, la velada la inicio el cuarteto del Rimac, Necropsya, a eso de las 20:05 de la noche, siendo esta su primera actuación en Chile. Con un sonido bastante aceptable, el grupo peruano de heavy-thrash que recordaba a unos primigenios Kreator, sobre todo por la voz muy a lo Mille de su guitarrista rítmico/vocalista. Poco a poco se fueron ganado al público con su gran humildad y simpatía, de hecho, la canción ‘The flame’ fue precedida por un sentido discurso de la unidad del metal latinoamericano, tema donde el grupo mostró un versátil control instrumental de su música. Lamentablemente un corte de energía total sobre el escenario, puso abrupto fin a su presentación, despidiéndose la banda entre merecidos aplausos.
Luego fue el turno de los nacionales Battlerage, quinteto que realizó un compacto set de 30 minutos donde mostraron su “true metal” que posee algunas reminiscencias de la épica de Manowar/Virgin Steel, sobre todo en canciones como ‘War machine’ o la misma ‘Battlerage’. Con un sonido bastante fuerte y estridente, el grupo entretuvo a la concurrencia que participó activamente de su show, aunque claro, la hora pasaba y ya todo el mundo se ponía impaciente y lo único que querían era ver pronto al pequeño gran gigante de Udo Dirkschneider sobre el estrecho escenario.
Fue esa misma impaciencia la que seguramente motivó a algún retrógrado a lanzar latas al escenario las que golpearon a un roadie alemán cuando ajustaba los micrófonos. Tuvo que salir entonces una persona que pidió al público “que se portaran bien y que no arrojaran latas al escenario porque no queríamos a un artista herido esta noche”. Un muy mal precedente para empezar. Finalmente a eso de las 22:00 horas el gran UDO y su brazo derecho Stefan Kaufmann (ex baterista de Accept que hace muchos años se tuvo que pasar a la guitarra debido a una lesión crónica en su espalda), junto a Igor Gianola en la guitarra líder, Fitty Wienhold en bajo (que físicamente recuerda a Matt Sinner de Primal Fear) y el baterista Francesco Jovino, por fin iniciaron el show con ‘The bogeyman’ de su álbum “Dominator” del 2009. Aunque la banda está ad portas de lanzar “Rev-Raptor” su nuevo disco, esta gira correspondía a la última parte del “Dominator Tour”, por lo que la siguiente canción fue el tema título de ese álbum. Con un sonido con menor volumen que los grupos anteriores, pero perfectamente ecualizado, lo que permitió disfrutar a cabalidad del show, la banda se mostró en todo momento absolutamente profesional a pesar del gran inconveniente del pequeño escenario, donde los músicos tenían que tocar como clavados al piso con estacas, sin posibilidad de moverse, más que agitar la cabeza. A pesar que su voz no es la misma de antes, con casi 60 años, el pequeño vocalista teutón siempre vestido con sus clásicos pantalones de camuflaje militar, aún logra emocionar con el poder de su rasposa garganta y sus particulares gesticulaciones faciales que en todo momento motivan al público a participar del show.
Fiel a la tradición del metal alemán, el grupo sonó solidísimo y compacto, perfectamente engrasado, como una aplastante unidad. Con una gran bandera chilena colgando de su hombro, UDO habló por primera vez en un muy buen español, diciendo “Hola Chile, están bien?”, para dar paso al primer himno de Accept de la noche, la brutal ‘Resstless and wild’ del álbum del mismo nombre de 1983. Pues aquí la euforia ya era total más aún cuando la siguiente fue ‘Son of a bitch’ otro clásico de una banda realmente pilar en la historia del Heavy Metal. ‘Thunderball’ y ‘Vendetta’ de la ya extensa etapa solista de UDO, matizaron y combinaron de muy buena forma su material propio con el de Accept. A continuación vino entonces la primera de las “versiones extendidas” de la noche, en una monumental ‘Princess of the dawn’ que incluyó una gran y activa participación del público. Tras cartón, vino el momento solista de Gianola y aquí fue cuando le llegó una lata desatando todo su enojo con justa razón. Y después la gente se siente discriminada cuando los europeos consideran a los latinos incultos y mal educados, claro, por un par de idiotas nos meten a todos al mismo saco.
Menos mal que la cosa no pasó a mayores y el show siguió con una genial ‘Midnight mover’ también de Accept, cuyo video clip de 1985 fue pionero en la invención de la técnica cinematográfica del “stop-motion”, recurso que después permitió desarrollar grandes producciones como “Matrix” y millones más. ‘Man and machine’, ‘Breaker’ y ‘Animal house’ fueron las siguientes, manteniendo la agitación en un punto alto, la que llegó a un nuevo clímax de paroxismo cuando cayó ese himno mayúsculo de ‘Metal heart’, también en versión extendida cantada por las 500 personas que repletaron el lugar, tras lo cual la banda se despide del público. El primer bis llegó con ‘Holy’, canción del mismo álbum de U.D.O. de 1999 y con un Stefan Kaufmann luciendo la camiseta de la selección (la antigua, no la nueva de la fábrica alemana Puma). Tras cartón, UDO pregunta en español “¿una más?” y cayó entonces como un ladrillo una brutal ‘Balls to the wall’, también en formato extenso con todo el mundo en éxtasis. Fue aquí cuando un tontito logró subir al escenario y casi bota a UDO del mismo al tratar de abrazarlo. Una vez terminada la canción, lamentablemente la administración del local encendió las luces, poniéndole término al show, cuando aún faltaba una esperadísima ‘Fast as a shark’ y ‘I’m a rebel’, dejando trunco el set de la banda. ¿Para qué se ponen dos bandas teloneras entonces, si al final por falta de tiempo el grupo principal, por el cual la gente paga su entrada para verlos, termina haciendo un set más corto por este motivo?
Teniendo todos los factores del lugar en contra y pese a que no pudieron tocar todas las canciones del setlist, igual U.D.O. se sobrepuso a todo y como banda demostró que en vivo siguen siendo sólidos como el granito, redondeando una noche simplemente memorable. Por esas coincidencias del destino, tendremos la oportunidad de ver a Accept sólo en unos pocos días más, ambas caras de la moneda, para saber que banda está en mejor forma. Si lo llevamos al terreno del boxeo, podemos decir que U.D.O. pegó un primer gran combo, uno directo al mentón. ¡Veremos entonces quien logra el knock out final!

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