lunes, 15 de julio de 2013

NECROPSYA: LOCOS POR EL THRASH



towardinsanity2013cd.jpgDesde su reaparición en la escena en el 2002 tras 7 años de ausencia, Necropsya se ha convertido en la propuesta nacional de thrash metal más seria y productiva de este nuevo milenio. Tres buenos discos, tres videos profesionales, conciertos internacionales en Chile y Argentina, telonero de Metallica (2010), hablan de lo fructíferos que han sido estos últimos 10 años para ellos.
Por eso su nuevo álbum Toward Insanity (Icarus 2013) no nos sorprende, ya que confirma que su carrera sigue en plano ascendente. Tras dos discos con aires más heavys y melódicos (salvo la corrosiva voz de Gustavo Bermúdez), nos llega una nueva entrega más agresiva y oscura, donde la banda ha sabido combinar la agresividad con la técnica de una forma contundente.
Para lograr este objetivo, el cuarteto cambió la forma de componer, ya que según nos contó Paul Pinto (baterista), Bermúdez (guitarra/voz) llevó al estudio 14 temas, los cuales fueron desmembrados e utilizaron las mejores partes para ensamblar 11 canciones poderosas y violentas que fluyeron casi naturalmente. Es decir que el disco se armó en el estudio como lo hacen muchas bandas americanas y europeas.
"Es un disco fácil de escuchar, pero si le pones atención, es muy técnico. Es lo más fuerte que hemos hecho, inclusive hay partes black", nos contó Paul.
Otro ingrediente diferente a sus anteriores producciones es que por primera vez la banda incluye coros en algunos temas.
El álbum arranca con Amnesia y Necropsya al mejor estilo del actual Kreator, destacando los riffs asesinos,  los lacerantes palancazos de la dupla Bermúdez-Walter Costa bajo una sólida dupla rítmica conformada por Pinto (batería) y César Moran (bajo).
Cabe resaltar que la letra de Amnesia le cae a pelo a los jóvenes del Movadef, ya que llama a no olvidar lo que hizo el terrorismo en los 80s y 90s en nuestro país.
Necropsya no da tregua y mantienen la adrenalina a tope con Victims of Crucifier y Twisted Minds. Sigue In my veins (En mis venas) una oda total al trago. Y el coro, para todos los borrachos, dice así:


"Quiero ron, quiero vino helado
Quiero cerveza, mi pasión y placer
Quiero whisky, pisco y mear
Necesito destruir esta eterna depresión"


El thrash rítmico no cesa y llega Toward Insanity (Hacia la locura); Away from your smile (lejos de tu sonrisa) un poco más introspectiva, resaltando que la amistad es más fuerte que la distancia o la muerte. Sigue Food of vulture (Comida de buitres) su propuesta más extrema y oscura mientras que no podía faltar la cuota anticlerical con Bastards (Bastardos) con algunos sincopados de por medio. Finalizan con The Wild Predator (el depredador salvaje) con algunos arreglos más modernos y Revenge and slaughter (venganza y masacre).
Susmira Rosa, la bella y clásica entrega acústica de César Morán, es un bonus que le pone la cereza a esta locura. El álbum está llamado a convertirse en un clásico del thrash nacional, y, por qué no, de Sudamérica.
De otro lado, por los 20 años del Slaves of the magic, la banda va a reeditar su primera producción por partida doble, ya que saldrán dos cds: uno con la grabación original remasterizada y otro con una nueva grabación con la técnica que hoy poseen y sin los errores del pasado. Están advertidos!!!.




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