lunes, 2 de junio de 2014

MORTEM: LOS DEMONIOS ATACARON LIMA


Texto: Mario Zapata 
Créditos de fotos: Facebook de Nacho Pop y Desarme 

Fue una noche esperada por toda la escena nacional. La legendaria banda (the true) Mortem pisaba Lima para dar un show después de su accidentada presentación con Annihilator en junio del año pasado En teoría, la noche pintaba perfecta pero, para variar, no se cumplió con lo anunciado. La primera banda debía empezar a tocar a las 7 pero recién pasada las 9pm se inició con Desarme. Si bien el público se divide entre los que van solo por la banda de fondo y los que van a ver todas las bandas, sigue siendo una falta de respeto de la organización no cumplir con lo anunciado. A esto se suma que el local tiene una pésima acústica. Era tan mala que se escuchaba mucho mejor en el pasadizo que hay desde la entrada que en la misma “cancha”.



Arrancó Desarme con un crossover contundente y a la cara pero con problemas de sonido, lo cual fue el común denominador en todo el concierto. La gente estuvo inicialmente fría –como es típico en los conciertos locales- pero poco a poco fue calentándose. Siguió Cobra, de lo mejor de la noche después de Mortem. Heavy metal a la vena, callejero y sin contemplaciones como debe ser tocado. El sonido tampoco ayudó. Las guitarras se superponían entre sí, los solos no se escuchaban, etc. La banda, tocó temas de su última producción, To Hell, la cual fue bien recibida por los fans. Realmente Cobra es de lo mejor que hay en la actualidad en la “escena”, y tiene un futuro prometedor si sigue así. 



Llegó el turno de Mortala y tenía una gran expectativa en escucharla ya que contaba con muy buenas referencias. Lamentablemente, una vez más, el sonido me quitó todas las ganas de escuchar la banda de Christian Jhon (guitarra de Mortem), porque no se entendía nada. Entre lo más destacable, el cantante más representativo de la banda, José Luis Carcagno ‘Pelu’, que hoy luce pelado y radica en EEUU, subió al escenario y cantó el tema más representativo de antaño, Pacto de muerte. “El Perú es de la concha de su madre”, gritó emocionado al final de la presentación. 



Después se presentó Hadez, que valgan verdades, no le preste mucha atención por el mal sonido. Su vocalista Scharack se la pasó diciéndole a la gente que si se iban a mostrar pasivos mejor se vayan al concierto de Rata Blanca. Finalmente llegó el momento esperado por todos: Mortem. Los demonios atacaron Lima con un show de calidad internacional con un gran set list que contenía temas de todas sus producciones. 



El sonido mejoró y el infierno se instaló en el Sommi de Surquillo con pogos brutales y full headbanging. El decir que fue un conciertazo no está lejos de la realidad, porque en verdad lo fue, pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo y hay que reconocer que el sonido no estuvo a la altura y que todas las bandas merecen el mismo trato para poder mejorar como “escena”. 



El importante marco de público, donde se juntaron todas las generaciones del metal peruano, lo merecía, para disfrutar plenamente de una de las leyendas del metal nacional y sudamericano. 

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