martes, 22 de diciembre de 2015

MASACRE, EL FUEGO SIGUE VIVO EN EL ALMA

Tramontana, el 'Animal' Tuesta y el 'Loco' Cervantes en acción.



Escrito por: Franco Boggiano de las Casas

Fotos: Paul Ramos

Hace 27 años, el sueño de Masacre quedó congelado en el tiempo: el lanzamiento de su primera producción Sin Piedad en vinilo por una compañía discográfica.
Y ese sueño trunco, con el paso del tiempo, se convirtió en una espina clavada en el alma. Si bien el Sin Piedad salió editado en casete en Venezuela en 1991 y posteriormente en el mismo formato en Lima (1998), la producción profesional que pretendía la banda y que merecía el disco ha tenido que esperar 27 años.
Por eso, el viernes 18 de diciembre del 2015 el Hechicero pudo por fin romper el maleficio y saldar la deuda que tenía con su propia historia, con sus fanáticos más antiguos y fieles, es decir, con la historia del metal peruano. Y esto último lo digo porque en la primera etapa de este movimiento, donde el poder de convocatoria de las bandas fue importante y donde se derrochaba calidad, el legado sonoro dejado para las nuevas generaciones es muy pobre. Felizmente, esta deuda se está saldando poco a poco. Primero fue Almas Inmortales, ahora Masacre y esperamos que pronto lo haga Oxido con su esperadísimo y fundamental disco.

Éxtasis total en el CC Festiva.

La Reunión
Casi 700 metaleros de las distintas generaciones colmaron el CC Festiva con la ilusión de vivir y comprobar que el fuego seguía vivo en el alma.
Por cuestiones laborales, llegué cuando Armagedon estaba sobre la tarima. La banda liderada por ‘Lobo’ ha ganado contundencia y peso con los ingresos de Willy Hermoza (ex Masacre) en la batería y Giancarlo Wurttel (ex Orgus), en el bajo.
Justo desplegaban un tema nuevo, fuerte y moderno, donde la base rítmica de la nueva dupla hacía gala de lo que apuntaba líneas arriba.
Continuaron con “Solo Soledad” que solo la había escuchado en versión acústica. La eléctrica tiene harto doble bombo que la hace igual o más buena.
Remataron su setlist con los clásicos de siempre: Volar Alto, Armagedon ahora, Nacido en el Pecado y Déjame Soñar. Este último tema provocó que Arístides Gonzales Vigil (ex Orgus), que estaba como público, se motivara a subir al escenario y cantara algunas estrofas emocionado por la histórica jornada que se vivía.

Masacre nos brindó una noche inolvidable.

Después de algunos minutos, a las 12:40 para ser exactos, subió al escenario Masacre. Con el telón de fondo del lobo aullando a la luna y la gente gritando Masacre, el quinteto, que grabó entre 1987 y 1988 el Sin Piedad, nos regaló una noche emotiva, tal vez con algunos fallos técnicos, pero lo más importante fue la confirmación de que su música une generaciones, derriba clases sociales y acorta distancias geográficas (había público de diversas provincias en Festiva).
Tras el intro/instrumental de rigor, arrancaron con "La Ciudad". La gente la coreó a todo pulmón. Se podía ver en las caras de Coqui, Miguel, Martín, Pierpa y el ‘Loco’, 27 años después, la emoción de esos cinco chiquillos que tocaron como invitados en la final del Concurso de Rock No Profesional en el Campo de Marte (1987) o en la mítica presentación del Palacio Marsano (1988).
Se notaban en sus ojos vidriosos esos flashbacks brutales que los transportaban a los tiempos del Rockacho, del Rock en Rio Rímac II, del Metal I en Sáenz Peña o del concierto en el estadio de Magdalena, gloriosas jornadas para los hermanos Tuesta y Tramontana, ya que Cervantes y Pierpa ingresaron después a la banda.

El maestro Miguel Tuesta en primer plano.

Siguió “Cuando el diablo Piso la tierra”, “Sueño y Terror” y la bella ‘Gitana”. Coqui tomó el micro y dijo que le tienen mucho cariño al Sin Piedad pero que con esta presentación se cierra una etapa, y ahora la banda -con nuevo disco a lanzarse en marzo del próximo año (Versos del inframundo)- “no los para nadie”.
Masacre siempre se ha caracterizado por dar presentaciones impecables y demoledoras, pero esta vez no estuvieron tan finos, tal vez por el exceso de emoción, y de trago, presumo. El sonidista tampoco estuvo preciso, sobre todo en el sonido de la guitarra de Tramontana (un poco saturada y chillona), pero nada importaba, porque para los seguidores (me incluyo) la magia era lo único trascendente y está más viva que nunca en la banda.
Luego de la instrumental La Marcha de la Bandera / La Marcha del Repaso, Coqui cambió de guitarra, mejorando el sonido.

La hermandad metálica estuvo presente sobre el final del show de Masacre.

Siguió la feeling “Rosa y Espina” y el concierto llegó a su punto más alto en el rush final. El “Hechiero” y “Entes del Mal” hicieron estallar el pogo y sangrar las gargantas. Luego arremetieron con “Hasta el final” que mantuvo la adrenalina a tope. Tras un solo de Pierpaolo, remataron con su tema emblema: “Fuego en el alma” y, en una actitud de verdadera hermandad metálica, los Masacre invitaron a todos los teloneros a compartir el escenario. Se generó cierta confusión y caos, pero le dio el cierre final que merecía el irrepetible concierto.
También debo resaltar la performance de Miguel Angel Cervantes. El ‘Loco’ esta vez tuvo una presentación casi impecable. Se nota que ensayó con dedicación y que cuidó su voz para la ocasión. Un fuerte aplauso para una de las mejores voces del heavy metal nacional de todos los tiempos.
Finalmente, quiero agradecer a Masacre por haber confiado en mí para escribir la historia de la banda que viene en el booklet del disco y ser parte de este hito en la historia del metal peruano y de la banda. Hasta el final!!!



1 comentario:

  1. Es lo que yo keria ver: El MASACRE del Sin Piedad, recordar el tiempo que los vi en el Marsano y no me defraudó.........Pierpa tocó como yo keria escucharlos!!!!

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